Ya hemos hablado del cuidado de nuestros cítricos, pero un riesgo importante en inviernos crudos es las heladas. En el tiempo de heladas podemos optar por cubrir la parte aérea del arbol por un plástico transparente de manera que lo proteja del hielo y del aire frió. En los dos ultimos años lo he probado y la verdad es que es bastante útil, pero siempre hay que tener en cuanta que podemos hacer daños. Taparlo demasiado sin que se oxigene o en tiempos de calor hara que nuestro árbol se cueza, es decir que se transpiren las hojas demasiados y terminen por quemarse. Para evitar esto debemos de dejar que circule el aire por el árbol, de manera que quede protegido del frio pero sin riesgo.
En invierno hemos hablado de la cebolla babosa, esa que se come en primavera, en los meses de mayo y junio frescas y que vemos en las tiendas en manojos de tres no por menos de un euro. Esta cebolla no suele dejarse para seca ya que suelen estropearse antes y brotan en cuanto comienza el periodo de lluvias estropeándose. Por ello siempre cuando llega esta época de mayo suelo poner la cebolla valenciana, una cebolla que suele hacerse bastante grande en condiciones ópticas como son las e un buen abonado y bastante riego teniendo un peso de hasta un kilo por cebolla. Esto depende también de la distancia que las coloquemos, pero aun así no suele tener problemas para crecer bien mientras la tierra no le apriete. Se suele venir el bulbo sobre la tierra dejando solo la raiz en la tierra cuando comienza a estar hecha. Para colocarla es muy simple basta con pincharlas en la tierra y regarlas en caso de que este muy seca la tierra. Para un mejor agarre se suele recortar las hojas y las raí
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