En invierno hemos hablado de la cebolla babosa, esa que se come en primavera, en los meses de mayo y junio frescas y que vemos en las tiendas en manojos de tres no por menos de un euro. Esta cebolla no suele dejarse para seca ya que suelen estropearse antes y brotan en cuanto comienza el periodo de lluvias estropeándose. Por ello siempre cuando llega esta época de mayo suelo poner la cebolla valenciana, una cebolla que suele hacerse bastante grande en condiciones ópticas como son las e un buen abonado y bastante riego teniendo un peso de hasta un kilo por cebolla. Esto depende también de la distancia que las coloquemos, pero aun así no suele tener problemas para crecer bien mientras la tierra no le apriete. Se suele venir el bulbo sobre la tierra dejando solo la raiz en la tierra cuando comienza a estar hecha.
Para colocarla es muy simple basta con pincharlas en la tierra y regarlas en caso de que este muy seca la tierra. Para un mejor agarre se suele recortar las hojas y las raíces dejando una planta de unos cinco a seis dedos de larga. Los primeros días requieren humedad en la tierra ya que agarran mejor, también debemos tener en cuenta de que el riego por inundacion aporrea la tierra y hace que el crecimiento sea menor.
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