Si hay algo que me gusta recolectar del huerto son las cebollas, quizas porque es lo que marca el cambio de tiempo y el fin del huerto de verano. Este año son una gran cosecha y la verdad estan mas limpias que años anteriores, tienen menos hierba de la que se pega a la ropa, la denominada pata de gallina.
La recolección no tiene mucho merito, ya que lo que se debe hacer es que con la tierra no muy seca es ir sacandola de la tierra evitando que se rompan las hojas y que se quede la cebolla en la tierra. Mi secreto es empapar la tierra dias antes y asi salen mejor con un simple tiron y la cebolla suelta. Pero ahora queda su conserva, no podemos echarlas en cualquier lado y mucho menos llevar casi quinientos kilos a casa, al menos en mi caso, asi que toca colgarlas para terminarlas de secar.
La labor es mmuy sencilla y comienza con hacer unos manojos de unas siete a diez cebollas gordas atadas con una cuerda y el cual se une a otro manojo de las mismas cebollas. Esto a forma de colgadero las colocaremos en una barra en la cual en pocos dias veremos como lo que quedaba de verde en las cebollas an desaparecido dejando el color pajizo de estas. Entonces en este momento decidiremos si las lipiamos o siguen colgadas que es donde mejor se conservaran.
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