- Introducción:
En la mayoría de los casos el huerto queremos que sea lo mas ecológico posible, que las verduras y hortalizas que obtengamos sean lo mas sanas y que contengan las menores cantidades de químicos posible, pero en algunos casos queremos que sean tan hermosos como los que compramos. Cuando tenemos un huerto en el cual año tras año vamos cultivando los nutrientes que las plantas necesitan se van agotando con lo que la planta va a perder su vigor y producción. Para solucionar esto lo mejor es el uso moderado de fertilizantes, recordad que tanto la carencia como el exceso son malos.
- Tipos de fertilizantes:
En el mercado se pueden encontrar dos tipos de fertilizantes que son los fertilizantes sólidos y los fertilizantes líquidos. Dentro de cada uno aparecen subclases o tipos en los que podemos clasificarlos. En el caso de los fertilizantes sólidos pueden ser en polvo o gránulos y la forma de aplicación es tan sencilla como añadirlos a la tierra y en muchos casos posteriormente enterrarlos. En el caso de los líquidos es algo mas complejo, podemos encontrar el típico fertilizante que se añade en el agua de riego y que quizás sea el mas conocido o también podemos obtener soluciones de abonos floriales y demás compuestos químicos que precisan de una vaporización sobre la planta, es decir aplicación mezclada con el agua sobre la planta. Los abonos sólidos son en su mayoría absorbido por las raíces, mientras que los líquidos pueden absorberse por el resto de la planta o también por las raíces.
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