Este año en resumen podemos decir que no he tenido uno de mis mejores año de huerto. Las patatas han sido tardías y no han servido de nada, las cebollas se han quedado pequeñas, los pimientos se han quedado a media producción y los tomates han sido los reyes de la huerta. Hemos tenido algunos buenos cultivos como fueron las habas o los ajos, que si rindieron como debían para la falta de cuidado que tuvieron. Por eso es hora de labrar el huerto, este año mas temprano que ninguno y darle una oportunidad a otras verduras de esta época como son la lechuga y la col. Terminada la epoca del tomate se acaban los gazpachos y comienzan las ensaladas y nada mejor que una buena lechuga para ello. La temperaturas ya han bajado y teniendo preparada la tierra y dejando que primero matemos la otoñada que viene tras el ultimo riego procederemos a su puesta, pero eso ya es otro cantar.
En invierno hemos hablado de la cebolla babosa, esa que se come en primavera, en los meses de mayo y junio frescas y que vemos en las tiendas en manojos de tres no por menos de un euro. Esta cebolla no suele dejarse para seca ya que suelen estropearse antes y brotan en cuanto comienza el periodo de lluvias estropeándose. Por ello siempre cuando llega esta época de mayo suelo poner la cebolla valenciana, una cebolla que suele hacerse bastante grande en condiciones ópticas como son las e un buen abonado y bastante riego teniendo un peso de hasta un kilo por cebolla. Esto depende también de la distancia que las coloquemos, pero aun así no suele tener problemas para crecer bien mientras la tierra no le apriete. Se suele venir el bulbo sobre la tierra dejando solo la raiz en la tierra cuando comienza a estar hecha. Para colocarla es muy simple basta con pincharlas en la tierra y regarlas en caso de que este muy seca la tierra. Para un mejor agarre se suele recortar las hojas y las raí
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